Otra vez, bueno es la tercera vez, he visitado Londres. Y os voy a contar un poco como fue y que tal son las visitas. Esta vez he visitado la ciudad con otras dos Au-Pair que era su primera vez en esta ciudad de tantos contrastes, ambas me sacan más de tres años, pero aun así he llevado la voz cantante y las he guiado por las calles. 

Dejadme que os hable un poco del metro: conocido como tube, es muy fácil de usar si sabes donde quieres  ir, en muchas ocasiones tienes que coger un metro para cambiar de linea y des de esa dirigirte al destino deseado. Para saber exactamente donde quieres ir es indispensable un buen mapa, yo conseguí uno en la biblioteca de mi ciudad. Es un mapa muy claro y pequeño, es genial. Pero este día me lo dejé en casa y el mapa que veis en la foto es de una de las chicas, era horrible, enorme, de esos que te muestran cada callejuela, que obviamente, no vas a visitar. Otra cosa en tener en cuenta es que en muchas ocasiones los baños son de pago, los he encontrado de 30p y de 50p. 

La primera visita fue Buckingham Palace. Con el lio de coger: tren - bus - metro para llegar al destino, ya que el tren no funciona correctamente los domingos por el tema de las Olimpiadas, llegábamos tarde. Tarde, ¿para que? Bien, el día antes comprobé que hacían el Cambio de Guardia (os dejo el enlace oficial de Changing the Guard). Además fuimos el domingo porque el sábado no la hacían. Ya nos ven las tres corriendo hacía el palacio y cuando llegamos allí: nada de nada. Escuché una familia hablar en castellano y allí que me dirigí, si sé que tengo que hablar en inglés pero con el estrés y que Londres está plagado de gente de habla hispánica, no dudé ni un segundo. Ella me contó que el evento estaba cancelado por el tema de la Maratón que tenía lugar ese día. Así fue como me quedé sin verla.

Aunque no vi Changing the Guard, visitar el palacio es obligado, es precioso aunque un poco pequeño si soy sincera y lo comparo con el otro palacio que he visitado, el de Versalles, cerca de París.